Qué
decir de los miles de millones gastados en los festejos del bicentenario, suponiendo
que en eso se gastaron y no en reserva para campañas o usos personales, tales
como los cuatro mil millones de pesos gastados entre otras cosas en la estela
de luz, los gigantes que trajeron y los grupos de cantantes, gritantes y
brincantes lo cierto es que hay tantas que no cabrían en varios volúmenes en
homenaje a la más transparente impunidad.
Me
llama la atención un modelo de gasto que se ha dado últimamente y por el que
han chorreado literalmente miles de millones de pesos, desde hace algunos años
el gobierno se ha dedicado a contratar, con diversos pretextos como elevar el
turismo o los festejos jubilares. festivales artísticos en que las grandes
luminarias artísticas nacionales y algunas no tan luminosas extranjeras son
contratadas. Es perfectamente sabido que excediéndose de cierta cantidad las
contrataciones tienen que licitarse, excepto, entre otros, la contratación de
artistas porqué quién se atreverá a dudar que X, reconocido artista cobra X o Y
cantidad por actuar y eso es el cajón abierto para que el justo peque, por ello
vemos todos los gobiernos, de todos los colores se han transformado en
promotores artísticos, veintitrés millones de dólares en inauguraciones y
clausuras de los panamericanos y ¿ quién puede comprobarlo?
Hace
más de dos mil años Tácito dijo que “el exceso de leyes implica la corrupción
de la cosa pública” y nuestro país actualmente sufre a mi juicio inmovilidad
por exceso de leyes, pero la causa es que se ha perdido el quehacer de nuestros
diputados.
Tenemos
que recordar cómo nace la representación popular, Juan sin Tierra quería cobrar
un impuesto y hay que decir que los reyes, aún los reyes absolutos no podían
fijar un impuesto, para eso requerían que el pueblo lo aprobara y como no podía
hablar con todos estos, pues acordaba su aprobación con los representantes del
pueblo y ese es el origen de los diputados y su principal función vigilar que
esos impuestos que nos cobran se gasten adecuadamente.
En
lugar de eso muchos diputados y muchos periodistas creen que el quehacer de los
primeros es hacer leyes, no importa para que, ni si son necesarias, no si son
apropiadas al lugar o convenientes o posibles de aplicar, parece que el único
objetivo es hacer leyes respecto de cualquier ocurrencia, esta legislatura
federal presentó cerca de tres mil iniciativas, si, leyó usted bien: tres mil
iniciativas y con tal cantidad de iniciativas es evidente que quedan más de dos
mil pendientes de dictaminar, frecuentemente contradigo a quienes opinan que
nuestros representantes no trabajan, yo no opino así, yo creo que la mayoría
trabajan mucho, lo que no he podido determinar es en beneficio de quien.
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