Así tratare algunos aspectos, en forma más o menos ordenada, en temas relativos a diferentes acciones del gobierno que considero adecuado señalar como válidos para el análisis que haremos, usted al considerarlas y yo en los planteamientos que aquí hago.
No estoy tratando de dar soluciones, pues considero que en nuestro común caminar, en este momento es más importante detectar problemas, para valorando la importancia de ellos intentar soluciones comunes.
Tengo la sensación de que en este país no logramos atacar directamente los problemas sino que siempre queremos crear una solución, que no necesariamente tiene que ser mala pero muchas veces resulta inadecuada, es como si a una persona que se está muriendo de hambre le regalan un abrigo de visón, no es malo regalar abrigos de ese tipo, pero no es la solución al problema del otro y eso lo hacemos constantemente.
Por ejemplificar, en 1988 se cayó el sistema electoral al parecer por manejos del entonces secretario de gobernación, sin que se hiciera una investigación, quedó en el entorno la sensación de que había tenido lugar un fraude electoral, en cualquier país con un mínimo de entorno democrático se hubiera realizado una investigación y de haber resultado culpable el responsable hubiera sido castigado; nosotros no somos así, en lugar de efectuar un procedimiento semejante hicimos la solución lateral, creamos un instituto: el IFE, no sé que en ningún país civilizado tengan una institución semejante a esta, pero eso no es todo, ni siquiera lo más grave es que nos cuesta más de diez y seis mil millones de pesos al año, lo más complicado es que no sirve para nada, si fuéramos un país civilizado es evidente que desapareceríamos esta costosa e ineficiente organización. Nosotros no somos así, en lugar de corregir el error, creamos otra entidad lateral: el TRIFE, que tampoco soluciona ningún problema además de los que el propio IFE genera y al no servir, creamos la PROCURADURIA DE DELITOS ELECTORALES, que sirve para lo mismo que las anteriores, busque usted para ver si en veinticinco años han consignado a alguien por esas causas, yo no conozco ningún caso.
Podrá decir usted que estas no son las únicas entidades inútiles en el mundo y mucho menos en nuestro país, también podrá decir que son instituciones que entretienen a los políticos y evitan que hagan más daño y podrían tener razón salvo que no termina ahí el recuento de daños, estas creaciones burocráticas son autogestoras y así continúan creando delegaciones estatales, salas regionales y delegaciones de la procuraduría, a más de los negocios renovables como la emisión de credenciales de elector y la posible compra de urnas electrónicas. Recordemos que en las pasadas elecciones federales el voto de los mexicanos en el extranjero fue tan costoso que hubiera sido más barato pagar el hotel y avión a los votantes, pero algún funcionario del engendro se divirtió y ganó dinero promoviendo este acto inútil.
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