lunes, 31 de enero de 2011

EL GALLO

Ignoro cómo llegué a concebir esta historia cuyo resultado me sirve para la reflexión acerca de que hay un lugar para cada cosa y cada cosa tiene su lugar; que cuando algo se sale de contexto se presta a los absurdos más grandes, tal es el caso de un vecino del suscrito que tuvo la mala idea de llevar un gallo a su casa, cosa que no tendría nada que ver si la casa de mi vecino se encontrara en una zona rural, pero tener un gallo en la calle Mar Rojo, es cuando menos, una situación bastante heterodoxa.

Mi primer pensamiento a las 5:30 de la mañana, hora en que empieza a cantar el animal (me refiero al gallo), fue que tengo un vecino narco; y esto es porque a dicho género de personas les gusta tener en su casa especies de animales exóticas, y tan exótico resulta tener en un Fraccionamiento residencial, un gallo, como tener un tigre blanco de Tazmania; pero en fin los narcos son así, y es que ellos desconocen que podrían tener como mascota un perro o un gato; o un canario, si le gustan las aves, o tal vez el individuo crea que por mucho cantar el gallo pronto pondrá un huevo.

Al filo de las 6:15 de la mañana, pensé corresponder la serenata poniendo a todo volumen un concierto de gaitas escocesas, mas si este animal (me refiero al dueño del gallo), es tan campirano puede ser que ya se haya levantado a esa hora, por lo que decidí posponer el concierto para las 11:00 de la noche; y recordando la técnica con que los gringos sacaron a Noriega de la Nunciatura Apostólica, pensé en además de las gaitas, ponerle una selección de guitarra eléctrica de Jimmy Hendrix, U2 o de Metállica.

Como a las 6:45 el animal (ahora sí el gallo), seguía cantando, pensé en remitir mi queja a los representantes de derechos humanos, para ver si era posible terminar la tortura del canto, aunque debo reconocer que pensé en venganzas más exquisitas condenando al propietario a escuchar los discursos políticos de la semana.

Desde luego que pensé en asesinar al gallináceo, pero tuve miedo de las acciones de los ecologistas, aunque sería defensa propia dado de que si un animal le planta un gallo al otro lado de su casa en plena urbanización, ellos también lo matarían.

Por otra parte he pensado que la cosa es peor, pues si mi vecino extraña su rancho, pues no tardará en llevar más animales a que lo acompañen y aquello se puede convertir en un zoológico de especies menores, y algunas mayores, para que los niños conozcan el mundo animal.

Después de tan mal amanecer traté de pensar en ir a conocer al vecino, idea que desde luego rechacé porque mi propósito inicial era ir a verlo armado de una escopeta, pero como no tengo escopeta ni arma alguna, pensé en llevarme un cuchillo de cocina o un martillo para que quedara como unicornio con él clavado en la frente; me pregunté si tendría familia, sobre todo si tendría madre, conclusión a la que arribé diciendo que ninguna de las dos cosas tenía, ya que quien convive con un gallo en esta ciudad, debe haber sido abandonado por todos y está gritando al mundo que reclama la amorosa hospitalidad de un manicomio.

Ahí iremos a dar también todos aquellos que asolados por el animal (el gallo), no podamos dormir, con lo cual mi inicial consideración de que el sujeto era narcotraficante volvió a tener vigencia, tal vez sea una táctica criminal para provocar que los propietarios hartos de insomnio vendan sus propiedades a bajo precio.

Al salir de mi domicilio me encontré con que los rostros de los vecinos reflejaban el mismo cansancio que el mío, alguno propuso lincharlo sin formación de causa; algún otro que es propietario de un rifle de copitas propuso acallar al animal (al gallo) para siempre; varias gentes llamaron a la patrulla y hasta alguna llamó a un cura para que exorcizara al propietario en virtud de que dicha persona afirmaba que ese gallo estaba siendo criado para la celebración de ritos satánicos, a lo cual otro vecino dijo que el propietario celebraba extraños aquelarres; otro más tratando de calmar los ánimos sentenció que el propietario era un pobre ranchero descontrolado por los viajes y la televisión.

Tal vez se trate de un contrabandista o traficante de animales con lo cual los defensores de los animales, debieran estar inspeccionando la casa porque tiene finta de delinquir en éste sentido.

Se intentó llamar a las autoridades, mas de bien poco sirvieron, en virtud de que se encontraban en campaña y por alguna causa tuve una premonición y me imaginé al gallopropietario, vestido con unas botas Fox y una hebilla prometiendo que todos los niños de México tendrían su gallo para despertarse.

En fin mi solitario lector, que el que esto escribe está agobiado hasta la muerte por el absurdo que representa sacar una cosa de su contexto, pues como decía al principio, imagínese las cosas en su lugar en una granja o rancho, el gallo y su dueño correteando por el campo sin joder a nadie, se vería sonriente (el dueño), y el animal no tendría que sufrir los avatares de la corrupción.

Nunca es buena la venganza pero, sinceramente le deseo a mi vecino que en su rancho, si es que lo tiene, le planten junto una central de autobuses nocturna o una troqueladora de golpe, o ya cuando menos un club de motociclistas que funcionen de 8:00 de la noche a 5:00 de la mañana, y entonces este hombre que parece ser protector de los gallos embestirá contra su animal y le torcerá el pescuezo para que vaya cantarle a San Pedro que se levanta muy temprano.

Y por otro lado esperemos que la autoridad ponga en paz a este ranchero citadino antes de que lleve a vivir con él sus arañas venenosas y sus guacamayas sudamericanas.

lunes, 24 de enero de 2011

RAELIANOS

El fin de año nos recibió con la noticia sorprendente que dieron los raelianos – unos cuates que dicen que los seres humanos fuimos clonados por seres extraterrestres y luego nos colocaron aquí hace 2,500 años – esa es fumada y no fregaderas.

El último en ver a los extraterrestres fue el llamado “profeta” Rael, “fuego de Dios”, quien vive principescamente en Miami gracias a las aportaciones de sus seguidores y dice que los extraterrestres miden como 1.30 y son verdes – lo que confirma que no hay chaparro que no sea enconoso, no le hace que sea extraterrestre. Una de las ayudantes del líder declaró que acaba de nacer una criatura vía clonación, lo cual no es necesariamente cierto ya que a este grupachón le gusta manejar noticias sensacionalistas para que alguien les haga caso, porque con platiquitas de enanitos verdes la gente normal ha de sacarles la vuelta, aunque también es cierto que no hay pendejada sin seguidores. El tío Pato también veía enanitos verdes a partir de la segunda botella y mientras degustaba caldos hablaba con ellos, bueno hasta un compadre patas verdes tenía y me pregunto si el tal profeta no se puso una trompeta tal que hasta los enanos aparecieron… puede ser, pero por un momento supongamos que fue cierto lo de la clonación.

Yo no sé por qué les da tanto gusto hacer un niño clonado cuando el sistema tradicional resulta tan divertido, pero en fin, ahora que queremos tener sexo sin hijos e hijos sin sexo, se pretenden uniones homosexuales, uniones de hecho con animales, aficiones necrofílicas, uniones de hombres con piedras, con niños, y que de esas maneras todavía no se procrea, pues a la mejor es el nuevo modo de adquirir descendencia, no es novedad y para muestra tenemos a Frankenstein.

Desde luego que los representantes de las principales Iglesias ya condenaron con toda razón el acto como inmoral y como siempre los defensores del proyecto dan a conocer las más nobles intenciones – que después nunca se cumplen- esto es para volverse locos. Durante años han dicho que hay una sobrepoblación mundial, que debemos reducir el número de nacimientos y por otro lado inventan nuevos sistemas para aumentar la población, comparado con un laboratorio de clonación los chinos son lentísimos para hacer niños o tal vez lo que sigue sea acabar con los niños no deseados y con eso nos emparejamos y hasta podríamos hacer un programa gubernamental que se llame vida al gusto (del gobierno), a la mejor ya comenzaron con el exterminio, y tendrán mucho éxito si continúan con los salarios mínimos actuales.

Una característica fundamental del gobierno es que hablan al contrario de la gente común, usted se habrá dado cuenta de que hay un programa llamado paisano en el que cualquiera que lo vea entiende que es un programa para proteger a los paisanos que regresan al país de vacaciones, pero la realidad es que es una amenaza en la que garantizan que van a explotar hasta donde se dejen a los citados paisanos. Mis primos Timoty de Jesús y Kevin, residentes en modesto California, me mandaron preguntar que en qué consistía el programa a lo cual les contesté que no sabía pero que ciertamente nada bueno puede esperarse del gobierno, los pobres no me creyeron y pensaron que estaba bromeando y llegaron a pasar las fiestas alivianados de la mitad de cosas que traían originalmente: el radio de la tía Cesárea se quedó en la frontera de Ciudad Juárez, los lentes del Tío Juan se quedaron en la garita del 26, en el kilómetro 50 fueron alcanzados por una partida de gobernación preguntándoles por sus documentos de salida del país y como no pudieron mostrar pasaporte tuvieron que mostrar unas fotos de los héroes norteamericanos que aparecen en los billetes de a cien dólares, eso sin contar lo que habían tenido que dar para meter la camioneta en que se vinieron, acto seguido les cayeron unos judiciales acusándolos de la muerte del general Álvaro Obregón, ya que la evidencia que encontraron fue un block de dibujar, ya que a Kevin le gusta hacer dibujitos, a continuación fueron despojados del resto de sus bienes por la Asociación contra el ingreso de la fiebre aftosa, la sociedad antipoliomelítica de Sinaloa, los rurales libres de Tepic, la comisión contra la garrapata que todavía alcanzó a agarrar algo de lana y otros. Con lágrimas en los ojos lloraron no haberme creído, por eso mi solitario lector le ruego cuando vea una campaña gubernamental investigue de qué se trata, no lo que dicen sino lo que hacen, y después me platican si sobreviven.

lunes, 17 de enero de 2011

RECUERDOS DE LA CORTE

Hay días de gloria que hacen que sea plena nuestra fe en la humanidad y que en nuestra alma renace la confianza, que sabemos con certidumbre que nuestro futuro está en manos de quien puede guiarnos hacia la felicidad. En los antiguos reinos de Michoacán acaba de reinstaurarse la monarquía, después de varios gobiernos espurios. Con ello se da un rotundo mentís a los republicanos, y queda de manifiesto, que es una verdad eterna que nadie gobierna mejor que alguien que ha sido educado para gobernar desde que nació – fuera los advenedizos e improvisados-, como nuestro monarca recién coronado Lázaro II, hijo de Cuauhtémoc I, recordado como El Puro, cuarto en la dinastía Purepecha.

Pero no debo dejar que la emoción haga que mi pluma vaya más rápida y por ella no sea fiel en la narración de tan augusto suceso. El día anterior a la coronación, en un auto descapotable que le prestó La Tigresa, Lázaro II recorrió todo Morelia y fue homenajeado en el estadio de los monarcas.

En la ceremonia formal, los búcaros en flor adornaban el recinto, los candiles encendidos hacían presagiar la luz que el nuevo emperador irradiará sobre los espíritus de los gobernados, un tapete rojo continuaba el tapete de flores que el pueblo tendió desde la casa real hacia el recinto de coronación, un regimiento de húsares adelantaba al cortejo, en tanto que el pueblo delirante con palmas en la mano gritaba vítores al coronado, quien lucía una guirnalda de laureles durante el trayecto. El emperador iba en una carroza totalmente dorada, a la que tiraban cien negros (si usted se acuerda de la entrada de Cleopatra a Roma en la película, era más o menos igual), esa misma carroza fue la que usaron su padre, el Tata y el tío Dámaso. Tras de ella venía Cuauhtémoc I y su distinguida esposa; Doña Amalia, la reina Madre, que elegantísima lució unos brillantes, regalo del Tata con motivo de la expropiación petrolera; en otras carrozas los seguían los demás miembros de la familia real.

De las familias reales europeas vinieron pocos, y es que los relajientos se fueron a la boda de Guillermo de Holanda, conocido por las lenguas viperinas como “Willy el tonto”, que se casó con una argentina que está para reventar de buena, pero que sin embargo es chillonsísima; y el otro grupo de reales europeos se fueron al entierro de la princesa Margarita, que según las malas lenguas iban a certificar el hecho de que de veras la enterraron.

Sin embargo, estuvo presente Miguel III, de los reinos de Veracruz, acompañado de su bella esposa. Éste fue hijo de Miguel II, conocido como “El empresario” y nieto del primer Miguel veracruzano. Debemos de recordar que ambas dinastías están cercanamente emparentadas y que ambas derivan de la familia revolucionaria, propietaria del derecho divino y real a gobernar, y aspirantes ambas al trono nacional: Miguel, por parte de los veracruzanos y Cuauhtémoc por los michoacanos; ambos con méritos personales y familiares sobrados para aspirar al trono. Es nuestro más caro deseo que todavía estemos para 2006, en el que ciertamente asistiremos a la coronación de uno de estos dos (sinceramente yo me decanto por Témoc). Imagínense ustedes qué hermosura, Cuauhtémoc reinando en la nación, en tanto que Lázaro II, al mismo tiempo, rija los reinos de Michoacán

Sin duda la más elegante de la fiesta fue la para muchos bellísima Rosario Robles, que en esta ocasión trasformó su habitual melena lisa en un peinado lleno de rizos. En el cuello llevaba una gargantilla de terciopelo, regalo de un connotado constructor, con una perla en el centro, a juego con los pendientes. Lucía un elegantísimo traje de noche de aire romántico con favorecedor escote barco, en seda amarilla y finísimo terciopelo negro, bordado en un tono grisáceo y chal a juego.

Luciendo el gran collar del Pelelagarto, orden que lucen quienes gobiernan la gran chilangostlán, estaba su alteza serenísima don Andrés López Obrador, quien usó para la ocasión un elegante traje negro con corbata y camisa del mismo color, diseño exclusivo de Chucho Ortega, de la casa Pior. Se hizo acompañar de María Rojo, que llevaba un traje de seda encarnada, probablemente de la casa Fuchi, salpicado con cristal y pedrería, complementado con un fular en gasa a tono y echarpe negro. Debemos decir que era una bella pareja y que causó gran admiración cuando bailaron “La cumparsita”, parecía que volaban y todos recordamos a Fred Astaire y Ginger Rogers.

Al llegar el momento de la coronación, en recuerdo de Napoleón, el Gran Corso, Lázaro tomó la corona en sus manos y en lugar de que se la colocaran los arzobispos que engalanaban con sus sedas el acto, se coronó a sí mismo. Espero que algún pintor, a semejanza de Jacques-Louis David, como en el caso del francés, aproveche la ocasión para pintar un cuadro acerca de la consagración del emperador Lázaro II con todos los asistentes, pues pocas veces se ha visto tanta elegancia y galanura en un festejo.

Del mundo de la cultura y la farándula asistieron muchos representantes, de los que sobresalían Güicho Domínguez y Marco Antonio Solís, así como Elenita, quien acompañaba a Monsiváis, que lucía un exclusivo Valentino color naranja, que de alguna manera contrastaba con sus canas alborotadas, con un peinado más bien flush a base de fancy full; el Sub Marcos, bien controlado por su pareja la Comandante Ramona, que ya dijo en el Congreso quién tiene el mando; él con un uniforme que le mandó regalar Hugo Chávez y ella ataviada con una bellísima Burka Afgana que hacía resaltar sus ojos color miel.

Tal y como debe ser, sólo tuvo entrada la prensa del Corazón; aunque reconocemos que algunos de telerisa se colaron, a los de la otra estación no los dejaron entrar. Por demás está decir que estuvo presente la totalidad de la aristocracia porfiriana, todos de pipa y guante; lo malo es que hubo algunos políticos que como siempre se colaron a la celebración, lo bueno es que al señor presidente no lo vistieron como en la visita al rey de España – acuérdense del Frac Zamorano. El cotillón fue dirigido por el gran chambelán de palacio, el excelentísimo don Samuel del Villar.

Por fin mis ojos han visto el imperio restaurado, ahora puedo morir en paz.

lunes, 10 de enero de 2011

QUE ME TACHE ESTOS RENGLONES

Ciertamente Tolito nunca hubiera podido jugar en la selección nacional dirigida por el Vasco Aguirre, ya que él era más bien técnico, aunque ahora no importa qué tan malo seas siempre que estés dispuesto a romperte el alma. Tolito cuando lo excitaban a rompérsela, decía que ése era el drama de este país, que todo quería hacerse por la fuerza – alguien recordará como muestra el episodio del Hoy, hoy, hoy- y es que mi tío era del grupo de los querendones. Yo sé que mi mamá va a negar esto, y es que las señoras de antes niegan todo con tal de borrar lo que ellas consideran los hechos bochornosos de la familia, ello a pesar de que seguido le cuento la historia de un presidente municipal, creo que de Veracruz, que tenía una hermana ligera de cascos, lo que producía las burlas del populacho, hasta que un buen día se le ocurrió pintar en una barda cercana al ayuntamiento un letrero que rezaba: “ el que en su casa no tenga putos, putas o cabrones que me tache estos renglones” ¡ y nadie se los tachó ! Cosas de los tiempos.

Pero volviendo a mi tío, ¿cómo describirlo?, era medianamente calvo, con el poco pelo que le quedaba totalmente cano y gozaba de un cierto parecido con el cura Hidalgo después de la friega que le pusieron en Puente de Calderón. Más bien era guapo, tenía una sonrisa de preparatoriano como la que Lázaro Cárdenas lució en los carteles de su tercera candidatura presidencial.

Gustaba Tolito de debatir con el primero que se dejaba, sobre temas conocidos y desconocidos para él. La historia era principalmente para el tío un eterno presente, en el que confundía la caída de Jerusalem con la entrada de los Nazis a Varsovia; según su particular sabiduría, Don Francisco I Madero fue un asistente de Hernán Colón, quien luchó por imponer a Iturbide como emperador de los franceses.

Para lo que sí era un león, era en lo amoroso, ahí sí no había quien le hiciera competencia. De gusto era garganta estándar, decía que las bonitas por bonitas y las feas por extrañitas, no tenía plato aborrecido. La desgracia es que su ardor no era correspondido en casi ningún caso, como excepción podemos recordar una chica norteamericana que una vez le dio una cita y cuando Tolito iba perfectamente ajuareado a recogerla, resulta que a la galana no la dejaron salir del asilo, pero voces autorizadas aseguran que su retiro de los campos de conquista fue por convicciones religiosas, tal vez fue así, lo cierto es que nunca perdió la sicalíptica mirada con la que prácticamente desnudaba a cualquier elemento femenino que se cruzase con él.

Ahora que lo que siempre fue su pasión fue la política, el periodismo lo atraía y como prueba de ello gustaba mandar cartas a los directores de todos los diarios a su alcance. Era amante del cambio democrático, aunque después de las elecciones se desilusionó de “las novatadas” del gobierno, yo creo que hubiera sido muy buen político pues tenía una innata capacidad para decir idioteces que dudo fuera alcanzada por muchos hombres públicos.

Dueño de un don innato para irritar al hombre más pacífico, él sostenía que lo suyo eran las relaciones internacionales, lo cual era gravísimo ya que como era políglota decía burradas en varios idiomas, si hubiera logrado arribar a un puesto diplomático hubiera sido como mandar a Saddam Hussein de embajador a los Estados Unidos.

Era uno de esos tipos que tienen una simpatía natural, excepto claro cuando pretenden ser simpático, si hubiera habido un concurso de personas inadecuadas para contar chistes lo hubiera ganado sin duda, pero lo que él decía en serio era para doblar de la risa a una estatua, y diga si no, mi solitario lector, el día que murió su padre, en cuanto terminó el funeral, fue a un estudio a tomarse unas fotos para ver como se veía de huérfano.

lunes, 3 de enero de 2011

VIOLENCIA

A estas alturas mi tío Poncho ha de estarse dando vueltas en su tumba, recordará usted que mi tío fue el último hombre cien por ciento que habitó en este planeta, a partir de su muerte ya los porcentajes de machos más altos que se alcanzan son de 70 o 75%. Era famoso cómo mi tío Poncho acostumbraba leer el periódico El Informador rigurosamente al mediodía y su paciente esposa esperaba a que terminara cada hoja para darle la vuelta al periódico y que mi tío no se molestara en cambiar la página, ésos eran hombres, no pitufos…

Una vez charlando con su mujer acerca de que si los matrimonios se verían en la otra vida, la mujer presurosa contestó: yo firmé hasta que la muerte nos separe, nada más.

Pues resulta que un hijo de tan ínclito varón - me acabo de enterar y no lo puedo creer - es tan obediente con su mujer que para poder fumar tiene que salirse de la casa ¡qué barbaridad! ¡cómo cambian los tiempos! Si mi tío lo supiera se volvería a morir, no cabe duda que se murieron los gitanos que andan por el monte solos, están los viejos cuchillos tiritando bajo el polvo y si mi tío viviera le diría a su hijo: ni tú eres hijo de nadie, ni legítimo Camborio.

Y así está todo el mundo desde que la señora Echeverría decretó que las mujeres eran hombres. Éstas tomaron tal fuerza que los maridos no somos más que un grupo de aconejados sirvientes a sus órdenes. Yo no pretendo de ninguna manera que se ejerciten actos de violencia en contra de las mujeres, pero tampoco de los hombres; no es justo ver a los varones llegar al trabajo totalmente amoratados con una bolsita de uvas y con el alma en un hilo, si usted quiere ser honesto no juzgue de panzón a cualquier colega de trabajo, primero vea si no es una víctima de la violencia de las mujeres.

Por desgracia, en nuestro país el concepto de derechos humanos es medio singular. Así, los únicos derechos humanos que se defienden aquí son los de los homosexuales, que por otro lado qué bueno que los defiendan, pero ciertamente no creo que sean ninguna minoría omitida. Minoría la de los maridos, que tienen que sufrir las agresiones de sus cónyuges, y vea, mi solitario lector, si no es usted víctima de los maltratos de alguna bella fémina y cuanto más bella, más tirana; conozco una joven llamada Marcela que afirma que con sólo voltear a ver al marido, éste hará lo que ella diga, y dice que aunque lo duden.

¿Qué podemos esperar de un mundo gobernado tan abiertamente por las mujeres? Fíjese usted en la cantidad de maridos que llegan al trabajo los lunes fingiendo heridas deportivas, ninguna es cierta, todos, absolutamente todos fueron heridos por la mujer, y esto ni siquiera los de la violencia intrafamiliar lo toman en cuenta. Este es un llamado a la civilización a pedir a los maridos que se unan; el otro día, apenado porque un compañero de trabajo llegó golpeado, le dije que cómo se dejaba pegar, y cuando me disponía a darle un discurso sobre la dignidad humana, me contestó: al que me pega es a mí, no a ti, así que qué te importa.

Mi tío Tolito decía que a las mujeres no se les debe tocar ni con el pétalo de una rosa, pero mi tía no era del mismo criterio y acostumbraba flagelar las carnes de Tolito, haciendo las llaves de lucha libre: la quebradora, la de la rana y la doble Nelson, en la humanidad del tío; esto dos veces por semana, porque mi tía decía que esa resistencia al golpeteo era una prueba irreductible de amor. Yo no creo que mi tío hubiera estado de acuerdo porque varias veces lo vi con ganas de levantarle la mano, pero si se la hubiera levantado, se hubiera llevado tal madrina, que hubiera quedado peor que Salgado Macedonio en una cruda.

La desgracia de mi tío Tolito fue que a los agentes de derechos humanos este tipo de torturas los deja sin cuidado. Y no era poco el daño que recibía Tolito, los que conocieron a la tía Meme, afirmaban que tenía un cucu descomunal, capaz de nublar la vista periférica de cualquier ciudadano. Una vez que en una playa se le reventó la faja, la carne se desparramó sobre el tío Tolito, quien pensó que le había caído encima la ola verde; fue traumático para Tolito el fenómeno, tanto que a partir de aquel día lo más cerca del mar que llegó fue Zacatecas. Ante tal ferocidad de mujer, Tolito aguantó estoicamente la embestida y los golpes.

Esos malos tratos provocaron en mi tío Tolito el deseo de emigrar al norte, de tal manera que inició su periplo norteño y decidió viajar a Tijuana, donde supuso que sería más fácil pasar el borde. Ignoraba que los norteamericanos habían implementado un sistema de asuntos internos que prácticamente le hacían imposible el éxito en el intento. Contrató a un pollero para que lo trasladara a California, sin embargo, el muy pillo le bajó la lana y lo dejó, junto con otros, a medias del desierto, pero no del lado gringo sino de este lado. Ahí fue encontrado por los del programa Paisano, quienes fieles a su costumbre, despojaron a los sedientos y fallidos braseros de lo que les quedaba.

No dejo de contar que el pobre de Tolito tuvo que devolverse a Guadalajara y la única forma de vida que encontró, fue trabajando en un espectáculo de “Sólo para señoras”. Lo que era más vergonzoso era que salía como muestra de todo lo que no debe ser un table boy. Cosas del destino, ya que el resto de su vida fue acusado de haber tenido comercio carnal por un precio, por lo que había quienes en forma soez lo llamaron sexoservidor, cuando su mérito era precisamente el no servir.

Yo creo que en cierta forma tenía razón cuando afirmaba que si te casas con una muda te chinga a señas.