lunes, 20 de agosto de 2012

NOS VOLVIERON A FREGAR


Pues como se anticipaba, subió el precio del transporte urbano. Pero hay que decirlo, esta vez el asunto tuvo particularidades que lo hacen diferente. Lo único que se mantuvo permanente fue la víctima, que siempre es fija: el pueblo usuario del transporte.

El verdadero arreglo, al parecer, se hizo entre el secretario de vialidad y el señor Jorge Higareda Magaña, líder del sector muy cercano al gobierno y beneficiario de los servicios del patobús; aunque voces, siempre dudosas, afirman éstos tan sólo son actores de un sainete que deriva de un pacto entre el gobernador saliente y el entrante. Así, quien inició el festejo fue el líder de marras, quien anunció una marcha de sus huestes para tomar el centro de la ciudad, lo cual hizo formando dos columnas de los cariñosamente llamados vacunos, al patobús no lo llevó pero suspendió su servicio —faltaba más, pues para eso tiene el control— y durante la marcha mantuvo una cara de pocos amigos, realmente compenetrado de su papel de defensor del gremio y se dirigió al centro; pero oh sorpresa, que se encontró con las huestes del secretario que, por primera vez desde que tengo memoria, se impidió que éstos entraran al centro, y para darle un toque de dramatismo a la representación el secretario como Zeus Olímpico lucía un severo rostro y enviaba rayos revocadores de permisos a los humanos, que yo creo que jamás serán revocados. Pero su actuar hará que ambos sean en el futuro galardonados con algún premio de actuación, sus representaciones ahí quedan para la posteridad.

Hecha la terrible amenaza de los camioneros, el congreso, con su tradicional diligencia —siempre reconocida por el pueblo que los ama— formó una variopinta comisión tarifaria que, sin estudios serios y con gran rapidez fijaron la nueva tarifa, que no gustó a nadie y menos a los usuarios, pero verá usted por qué: Higareda se aceleró al pedir ocho pesos y quedar en siete, cuando pudo pedir diez y quedar en ocho, a lo que no se hubiera opuesto el secretario. Las cancelaciones de permisos amenazadas por éste quedaron ahogadas en las carcajadas de los choferes, pero no a todos gustó la premura, por ejemplo la FEU, esta organización tiene como único objetivo de existencia protestar contra los aumentos de tarifas del servicio público —sin haberlas jamás impedido— pues por eso, no se vale acelerarlas tanto, las marchas ahora serán a lo tonto.

Al líder moral de una parte de “las izquierdas” y ex candidato a gobernador, le quitaron la oportunidad de, durante el proceso de aumento de tarifa, demostrarle a los futuros electores de lo malos que son los actuales y próximos gobernantes y hacer notar lo buena gente que son él y sus huestes, digo, para que se acuerden en la siguiente elección.

Al líder de Coparmex lo distrajeron de la cruzada que tiene para destituir al Auditor del Estado y otros de la comisión, la verdad les llegó la fiaca y no fueron a la reunión; tal vez dirán que rápido y bien no ha habido quien.

lunes, 13 de agosto de 2012

DE AUMENTOS Y CAMIONEROS

Otra vez se esparce el rumor de que se avecina un aumento en el costo del transporte público, muchos funcionarios y periodistas serios, como nuestro columnista estrella  Diego Petersen, han emitido opiniones; también cuanto político ansioso de notoriedad existe ha opinado. En fin, se trata de un tema que siempre ha resultado fácil de abordar y que rinde beneficios aunque parece ser un tema complicado por tener muchas aristas, que casi nunca se analizan en forma integral y prácticamente siempre terminan por subir el costo del pasaje, —que es lo más fácil—. Claro que haciendo los camioneros muchas promesas que jamás se cumplen, pero reitero: nunca he leído un artículo que toque todos los temas como son, salarios de los choferes, tiempos de traslado, concesiones, en fin, muchos aspectos que en un país civilizado, que nosotros no lo somos, se tomarían en cuenta.

Hay cosas que como miembro del infelizaje, lego en el asunto, me llaman la atención. La primera es el tipo de camión, hace años las autoridades del ramo recorrieron Europa entera viendo autobuses públicos —allá los camiones son para transportar cosas o animales, no pasajeros—. Después de hacerlo, fueron ¡a comprar sistemas de transporte a Colombia!

Me cuentan que en las Europas los autobuses son de piso bajo, para que los usuarios tengan facilidad de acceder y bajarse, yo no sé si usted es usuario del camión, creo que sólo lo hacen quienes no tienen otra opción y aquellos amantes de la adrenalina, que gustan de las emociones fuertes que incluyen la cercanía de la muerte. La última vez que tuve la ocurrencia de abordar uno de éstos, de Minerva al centro, tuve que rezar el acto de contrición más perfecto que he realizado y dejé marcados mis dedos en el respaldo del asiento delantero, antes de besar el suelo cuando me bajé. El regreso lo hice a pie.

Un aspecto en que insisten es en que tienen que cambiar el esquema de hombre-camión por el de empresa, cuestión en lo que no estoy de acuerdo porque la única ventaja que le veo es que los arreglos en lo oscurito serían más sencillos de tratar con un representante que con muchos. Creo que uno de los más complejos temas a tratar es el de las concesiones, se habla de que hay gran concentración en pocas manos. Yo creo que el estado debería limitarse a señalar el tipo de autobús necesario, la ruta, el horario, el precio del trasporte y la forma de pago, y dejar que toda persona —especialmente los choferes, todos los que quieran prestar el servicio que se obliguen a cumplir los señalamientos fijados por la autoridad— puedan hacerlo, esto sin necesidad de concesión alguna, bastará un simple registro  crear, incluso, apoyos para la adquisición de vehículos para el servicio; y si alguien no presta el servicio, pues se le sanciona quitándole la posibilidad de trabajar. Yo creo que habrá muy pocas sanciones y por eso creo que siempre será mejor la relación con individuos.

lunes, 6 de agosto de 2012

DESARROLLO OLIMPICO


Pues los expertos en deportes cubrieron su dosis de conocimiento y ya nuestros representantes, y sobre todo las representantas mexicanas en la olimpiada que se celebra en la ciudad de Londres, han logrado ya las cuatro medallas pronosticadas, y disculpen que no dé los nombres de los ganadores porque temo equivocarme como otros lo han hecho. Sin embargo, vaya para ellos mi más calurosa felicitación —aunque ellos jamás se enteren de ésta—. Estar en estos lugares es muy difícil, aunque por su especialidad a los deportistas que triunfaron en clavados podríamos pensar que su futuro podría pasar por el edificio del congreso donde seguramente podrían obtener la más alta especialización en la materia.

Y no vaya usted a pensar que quien esto escribe, o sea yo, soy un sujeto playón que no es afecto a las disciplinas deportivas. No. por el contrario, siempre he sido un intenso aspirante a todos los deportes, sólo que hay que decirlo sin facultades para practicarlo, desde párvulos ( para los jóvenes kínder) era el típico niño al que escogían al armar el equipo después de elegir a un poste; en esta época creo que sería considerado como agresión o bullying, e incluso como discriminación, lo que produciría que las huestes de derechos humanos se lanzaran a una serie de recomendaciones para que el sujeto protegido fuera elegido, aunque fuera un fiasco, entonces de lo que se trataba era de escoger a los más buenos y los malos pues nos aguantábamos y humildemente aceptábamos nuestra incapacidad en la materia. Y siguiendo las instrucciones que proveía el manual del niño gordo, se consideraba que tendríamos otras habilidades como barra libre, lanzamiento de bachicha, levantamiento de tarro en varias modalidades y aplastamiento de nachas.

Desde luego que no considero para nada que esto fuera discriminatorio, discriminar lleva implícito un desprecio entre iguales, nadie me discrimina porque no puedo correr los cien metros en diez segundos y algunos si pueden, se habla de capacidades diferentes pero también debe tratarse de incapacidades diferentes, así el que corre a esa velocidad en ese tiempo tal vez no pueda tomarse una botella de tequila sin meter las manos. Las mujeres pueden ser madres, es su naturaleza; los hombres no, por mucha lucha que hagan, y no podemos quejarnos de que nos nieguen el derecho de ser madres. Si fuera discriminación, lo sería que hubiera en las olimpiadas muchos deportes en versión masculina y femenina.

Lo anterior no produjo para nada ningún desánimo y nos convertimos en apasionados observadores de deportes, lo cual es menos sucio porque se evita la transpiración, si bien eso no abarca todos los deportes y no tenga uno la capacidad de valorar las machincuepas que unas niñas hacen en la gimnasia y otros deportes que no se transmiten salvo en las olimpiadas, y por eso quizá incluyan como deporte olímpico el fútbol, para que no se suiciden los aficionados que no entienden cómo se califican los otros deportes, ya que a éste si le entienden.

jueves, 2 de agosto de 2012

OLIMPIADA


Es curioso, los mexicanos somos muy temporaleros y lo que ahora toca son las olimpiadas que se están celebrando en la ciudad de Londres y toca, casi a fuerzas porque los medios nos la mencionan todo el santo día y al lugar donde vayas que haya tele van a estarlas viendo, y por una extraña situación los telespectadores se transforman es una especie de expertos en las diferentes suertes y actividades deportivas que ahí se desarrollan, y a partir de las visiones que cada cuatro años todos opinan con autoridad de si un clavado se realizó con el grado de perfección adecuado o si la lanzadora de jabalina cumplió con todos los movimientos que el ejercicio lo que es fruto evidente de la transmisión, porque antes de éstas la gente apenas si se enteraba de que existían y no creo que sigan habitualmente esos deportes.


Como antecedente deportivo se ha publicitado mucho el gasto en promoción de nuestros deportistas, que ha producido que nuestras delegaciones estatales han sido las imbatibles huestes tapatías incuestionables vencedoras en no sé que tantas olimpiadas nacionales lo que hacía concebir, sobre todo a los que no estamos muy enterados, esperanzas de triunfos en la materia.



Por mi parte, lo más cerca que he estado de unas fue cuando coincidí de ciudad cuando en esta noble y leal se celebraron los patoamericanos, que, según nuestras autoridades es el acto más memorable de que se tenga memoria en el universo y según me han dicho otros, que parecen más enterados, son una especie de olimpiadas del tercer mundo y vea si no, nuestros aguerridos aguiluchos obtuvieron en nuestros festejos más de cien medallas de diferentes tipos sobresaliendo en deportes muy nacionales como fueron los jinetes, que fueron probablemente el evento más lucido, se obtuvieron logros en clavados y en la prueba de trinquete. Pero al parecer clavados, jinetes y trinquete no son pruebas de las que no podemos esperar muchas medallas en la pérfida Albión y eso crea una especie de desilusión sobre todo para los que no estábamos tan enterados.



Nuestra orgullosa delegación partió con un contingente de 102 atletas y como 110 representantes de pantalón largo del deporte, lo que supongo es así en todo el mundo, y nuestro representativo debe estar orgulloso, ya que cumple a la perfección lo que enunciaba el Barón de Coubertin de que “lo importante no es ganar sino competir”, porque eso van a hacer a competir. Los sabios cronistas de los medios nos indican que tenemos posibilidades de tener con buena suerte tres o cuatro medallas, en lo que francamente espero que se equivoquen ya que el gasto, o si se quiere la inversión, en materia deportiva no tiene para mí la justificación debida en un país que en mi concepto personal, que no sé qué tan generalizado pueda ser, tiene otras necesidades más apremiantes, muchas personas que no tienen siquiera acceso a la posibilidad de lograr para sí ni para su familia lo más elemental, pero es tan sólo mi opinión.