lunes, 13 de agosto de 2012

DE AUMENTOS Y CAMIONEROS

Otra vez se esparce el rumor de que se avecina un aumento en el costo del transporte público, muchos funcionarios y periodistas serios, como nuestro columnista estrella  Diego Petersen, han emitido opiniones; también cuanto político ansioso de notoriedad existe ha opinado. En fin, se trata de un tema que siempre ha resultado fácil de abordar y que rinde beneficios aunque parece ser un tema complicado por tener muchas aristas, que casi nunca se analizan en forma integral y prácticamente siempre terminan por subir el costo del pasaje, —que es lo más fácil—. Claro que haciendo los camioneros muchas promesas que jamás se cumplen, pero reitero: nunca he leído un artículo que toque todos los temas como son, salarios de los choferes, tiempos de traslado, concesiones, en fin, muchos aspectos que en un país civilizado, que nosotros no lo somos, se tomarían en cuenta.

Hay cosas que como miembro del infelizaje, lego en el asunto, me llaman la atención. La primera es el tipo de camión, hace años las autoridades del ramo recorrieron Europa entera viendo autobuses públicos —allá los camiones son para transportar cosas o animales, no pasajeros—. Después de hacerlo, fueron ¡a comprar sistemas de transporte a Colombia!

Me cuentan que en las Europas los autobuses son de piso bajo, para que los usuarios tengan facilidad de acceder y bajarse, yo no sé si usted es usuario del camión, creo que sólo lo hacen quienes no tienen otra opción y aquellos amantes de la adrenalina, que gustan de las emociones fuertes que incluyen la cercanía de la muerte. La última vez que tuve la ocurrencia de abordar uno de éstos, de Minerva al centro, tuve que rezar el acto de contrición más perfecto que he realizado y dejé marcados mis dedos en el respaldo del asiento delantero, antes de besar el suelo cuando me bajé. El regreso lo hice a pie.

Un aspecto en que insisten es en que tienen que cambiar el esquema de hombre-camión por el de empresa, cuestión en lo que no estoy de acuerdo porque la única ventaja que le veo es que los arreglos en lo oscurito serían más sencillos de tratar con un representante que con muchos. Creo que uno de los más complejos temas a tratar es el de las concesiones, se habla de que hay gran concentración en pocas manos. Yo creo que el estado debería limitarse a señalar el tipo de autobús necesario, la ruta, el horario, el precio del trasporte y la forma de pago, y dejar que toda persona —especialmente los choferes, todos los que quieran prestar el servicio que se obliguen a cumplir los señalamientos fijados por la autoridad— puedan hacerlo, esto sin necesidad de concesión alguna, bastará un simple registro  crear, incluso, apoyos para la adquisición de vehículos para el servicio; y si alguien no presta el servicio, pues se le sanciona quitándole la posibilidad de trabajar. Yo creo que habrá muy pocas sanciones y por eso creo que siempre será mejor la relación con individuos.

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