Pues con el arguende que se hizo por la renegociación de la deuda de los patoamericanos todo mundo se puso a opinar, muchos presentaron demandas, otros se rasgaron vestiduras, el hecho es que resultaba claro que bien o mal la lana se debía y reconocerla era simplemente consecuencia a la que habría simplemente que agregarse el plus de los votantes que evidentemente sacaron provecho, otros buscaran obtenerlo metiéndose al baile.
Hay quienes critican al gobernador por su actuación en los juegos y por lo que dicen que obtuvo de beneficios, a mí la verdad me cae bien el gobernador, no porque crea que es buen gobernante, ya que yo creo que éstos se dan casi por accidente y no es el caso de excepción, pero se me hace padrísimo tener un hombre público con el que te lleves de mentada de madre y que tiene suficiente desfachatez para hacer afirmaciones descaradas y burlarse de la población. En fin es un sujeto francamente divertido. Lo que no sabemos aún es a qué universidad norteamericana se exiliará para dar clases, porque en nuestro país salvo Fox y De la Madrid, todos se han exiliado.
No voy, porque no me corresponde, a juzgar la moralidad o inmoralidad del negocio deportivo. Lo que me interesa es mostrar todo lo que se va a hacer, las denuncias que se presentarán, desde luego las comisiones que se formarán para que no suceda nada.
Yo pensaría que averiguar las inversiones deportivas correspondería al auditor y a la fiscalización federal, pero éstos tienen sus propios problemas, por lo que se presentaron demandas penales contra los miembros de las pasadas sesenta legislaturas, lo que correspondería investigar, de no corresponderle al auditor, al procurador general de justicia del estado por desgracia para los efectos prácticos de la investigación lo agarraron ocupado porque según rumores que podrán confirmarse en los próximos días el fiscal estatal estará preparándose para presentar un examen para ser notario el día veinticuatro, examen que mis informantes me dicen ya ganó y por tanto no podrá atender las denuncias que muchos diputados han presentado contra los supuestos repartos e inversiones que el festejo deportivo produjo. Pero con todo y eso si yo hubiera sido diputado en alguna de las pasadas sesenta legislaturas estaría temblando, no porque crea que procederán las acciones que ejercerán, eso no se da por estos rumbos, pero dada la cantidad de acusadores eso si es de temer.
Para mi desgracia yo no asistí a los patoamericanos ni me tocó reparto alguno, observé desde mi ignorancia los clavados en la tele, según se publicitó, la opinión especializada estableció que éstos fueron, sin lugar a dudas, los juegos más extraordinarios que la humanidad haya tenido oportunidad de contemplar —se supone que todos los habitantes de este planeta se morirían de ganas de venir a contemplar la ciudad y su cultura—, no sé ustedes, pero a mí no me ha tocado ver a estos visitantes que se supone llegarían en cantidades industriales…
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