Siempre he pensado que si se trata de bodas y sobre todo de bodas presidenciales, aquello debe ser un súper pachangón, todos recordamos la boda de Carlos con Lady Di o las bodas de las infantas de España.
Sin embargo he pensado como se hubieran celebrado ciertas bodas de pasados presidentes si hubieran estado en el poder cuando se matrimoniaron. Por ejemplo la boda de López Portillo con doña Carmen hubiera sido una exhibición de vanidades, hubieran asistido todos los nepotistas del universo, los pinacates hubieran lucido esplendorosos, tal vez cocinaría un chef internacional y habría habido mucha música, desde luego que la señora, aprovechando que los gorrones son público cautivo hubiera dado un concierto que éstos hubieran sufrido.
De la Madrid hubiera hecho una boda muy silenciosa, como fue su gobierno, con muy poca gente. Salinas hubiera hecho la boda en una jornada internacional, hubiera venido mucha gente de todas partes del mundo y podríamos pensar en Cuauhtémoc, Raúl y Jean Marie Córdoba de pajecitos; por su parte yo creo que Zedillo invitaría a los niños boleros que fueron, según la mitología oficial sus compañeros de trabajo en Mexicali.
Lo cierto es que a los mexicanos nos encantan las bodas, es un acontecimiento que antes se celebraba una vez en la vida, y ahora ya se hacen de todo tipo de repeticiones, antes era el acto por el que un hombre y una mujer se convertían en una sola carne hasta que la muerte los separara; hay quienes reducen el plazo hasta el siguiente divorcio, hay quienes más inteligentemente nada más se arrejuntan. Ahora ya no resulta de moda hablas de esposo o esposa, ya ni siquiera mi mujer. A mi actual cónyuge no le gusta que le diga compañera porque siente está hablando con doña Esther Zuno de Echeverria, compañera del más dañino presidente de este sufrido y globero país, nada más pregunte; tampoco le gusta que le digan pareja porque se siente policía.
Pero en fin ahora se estilan ceremonias en superlibre hombres con hombres, mujeres contra mujeres, hombres con animales, animales con hombres, mujeres con animales y viceversa, hombres y mujeres con cadáveres de ambos sexos, ahora parece que cada quien tiene derecho de vivir como le pegue la gana.
Ah, por si usted no sabía se casó Fox y adivine con quién, con la linda Martita Sahagún, eso si, hizo una boda como de albañil, casi en la madrugada, de seguro que ahora estará criticadísimo por los políticos, desde luego, todos, muy respetuosos, dirán que tiene todo el derecho de casarse o no hacerlo, lo que seguro van a criticar, ya ve usted como son de criticones, cuestionaran los actos previos, sobre todo si Martita era su novia desde hace mucho ¿acaso no era nepotismo darle chamba?, no creo que haya ley que prohíba las novias – ni creo que deba haberla, pero ya ve, los políticos no entienden de amor y dirán que no se puede. Ahora que si no existía relación al contratarla, pues que se cuide de las feministas porque lo van a acusar de acoso sexual, aunque alguien afirmó que el que no acosa, no coge, debe haber pasado de alguna manera.
En realidad, pobres presidentes, debe ser muy incomodo que todo el tiempo te estén vigilando y fregando todo el tiempo, hay quienes dirán que qué bueno que haya transparencia, pero lo que es cierto es que en la presidencia, como en todo el mundo la hormona funciona igual que en todo el mundo.
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