lunes, 13 de junio de 2011

MATRIMONIOS PRESIDENCIALES 2 DE 2

Cristi Fox estaba muy enojada con la boda de su papi, porque hay que considerar que ella consideraba a la primera dama como parte del gataje, y la verdad que pobre niña, salir de la oscuridad en que se encontraba en Guanajuato para convertirse en la acompañante de papi presidente a todos lados, pos francamente hace que se generen ilusiones, ahora los candidatos a convertirse en primer joven del país tendrá menos atractivo, los que si subieron sus bonos son los hijos de la linda Martita quienes de ser universalmente desconocidos ahora son altamente buscados, así es la fama de veleidosa.

Además hay que decir que los Fox eligieron muy mala fecha para casarse, primero porque no nos convidaron y la segunda que no hubo gorreada, eso si me pareció razonable porque si les criticaron las sábanas imagine usted lo que hubieran criticado el festejo nupcial, aunque algunos han comenzado a decir que sábanas y toallas eran donas nupciales de la pareja.

Ahora que hay muchos que extrañan las bodas tradicionales, unos por besar a la novia, otras las que gozaban con la gorra, es hermoso ponerse hasta las trancas a costa de otro y lanzar discursos de elogio a favor del novio o de la novia – cuando más persa ande el orador, más divertido es- a otros les agrada simplemente criticar a la concurrencia; las mujeres suelen llevar la contabilidad exacta de las veces en que amigas o enemigas han lucido el mismo ajuar en eventos similares.

No puede faltar un grupo de varones cincuentones derramando lujuria ocular al observar a las atractivas chicas que los músicos lleva a contorsionarse al ritmo de su música, a mi me gusta ver bailar a los viejanos con el propósito de adivinar de que antro son egresados; del Navy Club, del Cuatro Caminos , del Casino de las Fieras, del Rincón de Toño, de la Gruta o del famoso Baticano, por los rumbos del Batán, por mencionar algunos de los más recordados.

La que definitivamente no extraño para nada la invitación a la boda fue Dolores Padierna a quien sorprendieron en una conversación de lo más comprometedora, desde luego que ella sostiene que se trata de una conspiración de las fuerzas más oscuras del neoliberalismo y de la reacción; para el resto de la gente simplemente se trató de que la agarraron en la maroma. Esto deberá de servir para que los políticos amantes de lo ajeno ya no sean tan clarotes en el teléfono, porque si no, a más de uno lo van a sorprender en sus transas y aunque no pasa nada, del arguende no se libran. Lo que si es de dar risa es que nuestros hombres públicos al ser descubierto y acusado, ellos prometen al acusador todas las penas de la eternidad y que la mente puede concebir y luego, pasada la tormenta periodística, no pasa nada. Haga sus apuestas acerca del futuro de la Padierna, el que esto escribe no cree que pase nada, pero me explico porque no le interesó a esta la boda presidencial.

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