lunes, 23 de julio de 2012

DOS TEMAS DE LA REFORMA POLÍTICA


En los mentideros políticos parecen estar muy contentos porque lograron un acuerdo que cuando escribo esto no ha sido publicado en el Diario Oficial, por lo que aún no es oficial. Como es frecuente después de unas elecciones se trata de otra reforma política que supongo, pretende calmar las muchas inconformidades que la que aún sufrimos ha provocado; del nuevo proyecto extraigo para comentarlas con ustedes en nuestra cita dominical, dos ideas que me gustan.

La primera trata de los candidatos independientes, que, aunque en idea me gusta mucho, no creo que en nuestro entorno pueda, al materializarse, tener éxito. Es perfectamente conocido que por disposición constitucional los partidos y los candidatos reciben una millonada para su subsistencia y para las campañas políticas de sus candidatos, con lo que cubren más que sobradamente sus necesidades legales; así que para que sea equitativo, los candidatos independientes deberán recibir, para serlo, una cantidad similar para subsistencia y campañas o en su caso, para que sea parejo deberían retirarles los fondos a los partidos y que todos sufraguen sus propios gastos o sea que el que quiera bailar que pague la música y aun así los partidos podrían cobrar cuotas a sus afiliados para subsistir, cuestión que aunque imposible, me gusta soñar con ella. Esto haría que tuviéramos campañas civilizadas y razonables en tiempo. El principal argumento para el financiamiento estatal es que así se evita que entre dinero sucio a las campañas, pero se trata de una solución lateral; si entra dinero sucio a una campaña lo que se debe hacer es castigar a ambos, no dar dinero y por esa causa no creo que funcione la idea o si otorgan el financiamiento en las próximas elecciones, por el puro financiamiento seremos como un millón de candidatos a la grande.

La idea que no me termina de gustar y que es muy popular es la de la reelección, que no incluyeron en la reforma. El principal argumento de quienes lo promueven es que nuestros representantes serían más profesionales en su trabajo y que reelegirlos sería como una ratificación por su buen desempeño y en el caso contrario se le castigaría por su actuar deficiente, pero como que no me checa. Actualmente sufrimos uno de los peores congresos estatales que han existido, se discute si fue peor el anterior o éste; en ese contexto se supone que la ciudadanía, de acuerdo a los medios y a las cúpulas, debían haberlos condenado, pues no. Aunque usted no lo crea, más de la mitad de nuestros diputados aspiraron a brincar a un nuevo hueso de elección popular y la mayoría lo lograron, de manera que con base en esa teoría el elector los aprobó, lo que cuando menos yo, no creo.

Le voy a dar un ejemplo: si yo le preguntara a un tapatío a quién considera más famoso si a don Ferruco, un desequilibrado de principios del siglo pasado o don Luis Palomar quien fue 14 veces diputado en esa misma época, estoy seguro que por aclamación sería elegido por sus actos memorables don Ferruco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario