jueves, 18 de noviembre de 2010

DEL ANIMA SOLA Y OTROS SUCESOS

El otro día tuve una prueba mas de que cuando hablamos con los jóvenes es como si nuestra conversación fuera con marcianos y a la mejor si son; como ejemplo puedo contar que hace unas semanas fue un sobrino de visita a nuestra casa y me estaba platicando que se va a hacer tratante de arte, por lo cual inspeccionó todo lo enmarcado o sea todos los cuadros que hay en ella y llegó a una pintura que tengo, de dudoso valor por cierto, pero que representa una ánima sola, en medio de las llamas, lo que es una verdadera antigüedad ya que las ánimas casi ni se usan, tanto que muchos curas dicen que no hay ni llamas ni animas solas ni acompañadas, en fin me gustaba más el ánima a media lumbrada y no como loca viendo al infinito, lo que sería más que una ánima sola un ánima loca. Pues el futuro mercader me preguntó si el ánima estaba hablando por teléfono en medio de las llamas, para que vean la diferencia de educación, en la de él no concebía un ánima simplemente penando, tendría que estar haciendo algo.

Nosotros, sobre todo en nuestra infancia, tuvimos como propias muchísimas historias de ánimas y aparecidos, no creo que sin ese contexto se pudiera leer a Rulfo, que en una escena le pregunta a Juan Preciado ¿has oído gemir a un muerto? Y ante la negativa de éste le contestó – más te vale. Nada más por recordar algunas famosas podemos mencionar al ánima de Sayula que con sus delicados encantos pretendía las nacionales de Apolonio Aguilar, trapero de profesión. Otra ánima que se aparecía por el rumbo de la costa era el alma del gentil que aparecía en forma de perro en las playas y se llevaba al fondo del mar a los guapos bañistas que pasaban por ahí, estoy pensando que a la mejor, las ánimas eran los que se habían salido del closet, dada la coincidencia entre el gentil y la de Sayula.

Al tío pepe cariñosamente apodado el tío pepón, le daba por buscar aparecidos para que lo llevaran a un tesoro, yo creo que estaba muy fregado porque la verdad para que se te ocurra que va a aparecer un alma penante y para pensar te va a dar mucha lana se ocupa estar verdaderamente muy arrancado de fondos; pues le dijeron a mi tío que para buscar entierros (que se llaman así los tesoros escondidos en las casas,), se necesitaba de armarse de veladoras y de sogas para espantar a los otros malos espíritus, algún amigo burlesco sabiendo que tramaba lo siguió hasta donde se encontraría el supuesto tesoro, todo lo que el amigo tuvo que hacer fue esperar hasta la media noche cuando pepón comenzó a colocar las cuerdas en la forma que se le había dicho que se hacía para que apareciera el espíritu que lo sacaría de la pobreza en que se encontraba, colocó las veladoras, las encendió y mirando al poniente se abrió de brazos, antes de oír una voz escondida ( la de su amigo) que dirigiéndose a él le dijo: “pepón quieres dinero, a lo que el tio emocionado con los brazos en cruz contestó si y se volvió a oír la voz “pepón quieres dinero” a lo que el tío volvió a contestar que si, resonando por tercera vez diciendo “pepón quieres dinero” y antes de que contestara el tío. La voz continuó diciendo, “trabaja no seas huevón”, por cierto fue la última vez que el tío buscó tesoros, lo cual no quiere decir de ninguna forma que hubiera querido trabajar. El gran pepón solía decir que hacerse rico trabajando no tiene chiste.

Creo que sobre todo los niños han perdido su credulidad, que entonces creíamos era inocencia, se ha perdido tanto, que ahora la credulidad casi se considera un defecto, es señal de que uno es medio bruto, y a la mejor es cierto pero en aquel tiempo lo considerábamos muy divertido, yo recuerdo cuando niño la emoción que nos dio una vez que andaba un sujeto mostrando, a cambio de diez centavos, el zapato de la mujer que bailó con el diablo. Este era un zapato colorado, parecido a unos que se usan ahora y que tienen una gran plataforma y traía un tacón descomunal, la historia era que esa mujer desobedeciendo a sus padres había asistido a una fiesta en una gran casa donde bailó con un sujeto guapo y elegante, quedó tan encantada que al día siguiente volvió a la casa encontrándola en ruinas, los vecinos extrañados ante las preguntas de la joven le informaron que la casa hacía muchos años que se había quemado, tantos que ni los viejos lo recordaban, la mujer al saber que había bailado con el diablo desapareció, loca según decían algunos, de lo narrado no quedo mas que el zapato y nuestra perplejidad de entonces y todo por diez centavos.

Pero hasta los locos eran diferentes, una vez frente al templo de la Paz, casi en la esquina con La Fayette ( para los de fuera Chapultepec) un cuate colgó del cancel una lona, durante varios días lo observamos con miedo, hasta que nos decidimos a hablar con él, en forma amable nos dijo que era Dios y para probarlo nos enseñó una desvencijada Biblia donde se representaba probablemente el sermón de la montaña y se representaba al Señor de espaldas enseñando al pueblo sentados en un monte. Este soy yo, dijo orgullosamente señalando en el texto la figura de espaldas y he venido por que las gentes no me han obedecido y ahora vengo a castigarlos, para ello nos dijo que tenía colocadas en las torres de catedral dos cohetes con los que lanzaría una red para atrapar al sol y esconderlo, ante nuestro asombro, no explícito sino por la expresión de nuestras caras, nos dio una esperanza, si la humanidad se portaba bien sacaría el sol y si se portaba mal lo volvería a esconder. Debo reconocer que nos retiramos consternados.

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