miércoles, 11 de agosto de 2010

ENTRADA A CLASES 2 DE 2

Extrañado de los precios, que me parecieron una exageración, pregunté a mi hija si había inscrito al niño en Harvard, hecho que negó enfáticamente: el kinder, que es universalmente desconocido, se llama pomposamente The chater parrot, propiedad de la miss Hermelinda Martínez, y su encargada y maestra de inglés es la miss Stacy López, originaria de San Juan del Bramadero, donde me aseguran el inglés, desde siempre es el idioma oficial.

Y no digamos los aspectos deportivos: le pidieron 6 caballos pura sangre entrenados para polo y tres uniformes con botas federicas para la práctica de este deporte; dos cestas para Jai-Alai (lo que me extrañó por que el kinder de marras está en una casa de interés social); y un equipo de alta montaña -incluyendo una tabla de slalom para nieve. Al interrogar mi hija a la miss dónde los llevarían a la nieve, ésta le dijo que a ninguna parte pero que el equipo era necesario para aplicar la teoría y aumentar la autoestima del niño que dicen que crece con estos instrumentos.

Ya después, en la obligada visita al Benemérito Monte de Piedad, acompañada de su modular favorito, se encontró con una madre que llevaba un televisor a depositar por las mismas causas, y esta señora le platicó que no era únicamente el problema en los colegios privados, dijo: en los públicos usted tiene que cooperar obligatoriamente para el uniforme, el santo de la directora, ponerse a mano con la asociación de padres con hijos, con la asociación de hijos sin padres y la asociación de padres sin hijos, también tenía que pagar guardería desde los dos minutos después de la salida hasta que recogiera al niño (a doce pesos el minuto) los uniformes tendrían que comprarlos con la comadre de una directora que a pesar de lo malhechos cobra como si fuera Balenciaga, se tenía que pagar para obtener una credencial de persona autorizada de recoger al niño, así como comprar unos calzones entrenadores, brillante invención del marido de la directora, para que los niños no se pipearan a lo loco sino que empaparan tan novedoso instrumento.

Pero no crea que ahí terminan los desastres de las madres de infantes, sino que desde el principio los afligidos progenitores son amenazados con que tendrán que ir comprando durante el periodo escolapio del infante, un ajuar importado para la fiesta de halloween, aportación de bono navideño, para el día del niño, el día de la madre, el día del maestro, desde luego el festejo final, que se asegura será amenizada por la internacional banda sinfónica “ Los engendros de Satan” y deberán preparase para la graduación y el baile formal, así como para el curso propedéutico de pre ingreso a la primaria, en la cual los angustiados padres podrán escuchar de su bello pimpollo la hermosa frase “dear father and mother I am greateful for the chance that you gave me to study in this great institution”, que además en muchos casos resulta la única frase del inglés prometido, aunque también se han dado casos de niños que no nada más no aprenden inglés, sino que se les olvida el castellano.

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